Diego Souto – encontrArte Musical

El notable stickista argentino presenta su nuevo CD “Arquitectura sónica” inspirado en los Ambients de Brian Eno y los Frippertronics, pero con predominancia de melodía y ritmo.

— Hola Diego ¿Cómo estás? ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
— Hola, actualmente me encuentro bastante activo, por suerte, presentando mi nuevo álbum Arquitectura Sónica, que a la vez es un proyecto conceptual de música.

— ¿Cómo fue tu acercamiento a la música y a este instrumento en particular?
— Tuve la suerte de nacer en una familia en la que, aunque no eran músicos, escuchaban –todo el tiempo– música de todo tipo. Eso influyó mucho en mi formación. Mi historia con el Stick (o «estík«, como me gusta llamarlo) es tan argentina como el tango. Vi por primera vez uno en un viejo programa llamado “Badía & Cía” en el que tocó Ricky Sáenz Paz junto a Daniel Melero. Quedé muy impactado. Meses después, descubrí un aviso de clases de Ricky en una revista que tampoco existe más, “Segundamano” e inmediatamente me puse en contacto con él. En aquel entonces (año 1988-1989) el sueldo de un argentino equivalía aproximadamente a 100 dólares y un Stick costaba 1000, por lo que me resultaba imposible comprarlo, pero con un amigo de la secundaria y mi papá nos pusimos en campaña para fabricar uno y gracias a ese primer instrumento rudimentario pude comenzar a aprender.

— ¿Cómo definirías el stick para aquellos lectores que no lo conocen?
— Es un instrumento eléctrico diseñado en función de la técnica de tapping, esto es presionar las cuerdas con las yemas de los dedos. No se necesita de una púa o los dedos de la mano derecha para pulsarlas, por esta razón es que ambas manos pueden dedicarse a tocar notas, lo que lo convierte en un instrumento a dos voces como el piano, pero con el sonido de las cuerdas de metal. Al igual que una guitarra o bajo eléctrico, puede ser procesado por pedales de efecto…

— ¿Quién o quienes fueron tus primeros profesores? ¿o sos autodidacta?
— El primer y único profesor de Stick que tuve fue el primer stickista de Argentina, Ricky Sáenz Paz. El resto del aprendizaje lo hice solo. También participé durante casi una década en los seminarios de Guitar Craft, e iba adaptando al Stick lo que aprendía allí con la guitarra acústica. Esta última fue una fuente inmensa de aprendizaje, no sólo musical, sino también humano.

— ¿Existen lugares para estudiar este instrumento? ¿crees que el público lo conoce o no tiene suficiente difusión?
— Efectivamente hay instructores de Stick y suelen darse seminarios de Stick y otros instrumentos de tapping (Warrguitar, Touch Guitar, Dragonfly, etc.) en todo el mundo. De vez en cuando doy clases grupales con el círculo de Stickistas de Buenos Aires.

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— ¿Qué música escuchabas cuando eras chico? ¿Y actualmente? ¿quiénes son tus referentes o influencias?
— Los gustos de mi familia eran muy variados: folclore (principalmente Mercedes Sosa y Jorge Cafrune), música sinfónica y de cámara, Piazzolla, bossanova, rock progresivo, rock nacional, etc. Suelo escuchar de todo, lo que me atrae no es un género, sino que me conmueva. Aunque últimamente mi centro de gravedad está en la música tradicional del sudeste asiático.

— Contanos un poco ¿qué podemos encontrar en tu nuevo trabajo discográfico Arquitectura Sónica? ¿Por qué ese nombre?
— Es un proyecto musical en el que las melodías se organizan y superponen del mismo modo gradual y casi improvisado con el que crecen las ciudades, dentro de un ciclo que hace las veces de territorio. De este modo voy construyendo estructuras sónicas por medio de la improvisación, hasta que siento que el cuadro está completo y continuar agregando capas se vuelve redundante. Está inspirado en los Ambients de Brian Eno y los Frippertronics, aunque no tiene un carácter ambiental sino muy melódico y rítmico.

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— Tenemos entendido que –salvo el último track que tocás a dúo con Machy Madco en Touch Bass– en todos los temas tocás solo el stick (incluso para las percusiones). ¿cómo es esto? ¿Usás también algún pedal de efectos?
— Todos los sonidos son tocados con Stick, incluso las percusiones, que logro golpeando y raspando el instrumento con diversos objetos. Efectivamente uso una paleta bastante amplia de efectos de sonido. Soy una especie de coleccionista de pedaleras usadas, me divierte mucho ir cambiándolas y dejar que sus sonidos me sugieran nuevas ideas. El proyecto Arquitectura Sónica no terminó con la grabación del CD, aún sigo improvisando y grabando nuevas improvisaciones casi a diario, que subo regularmente a mi canal de youtube y a las redes sociales.

— ¿Tenés pensado una presentarlo en vivo?
— Lo presento regularmente en vivo, con una frecuencia de una vez por mes aproximadamente.

— ¿Tocás en algún grupo como integrante o invitado? ¿o solo como solista?
— En este momento mis proyectos son de carácter solista, pero he integrado varios grupos en el pasado.

— ¿Cómo es componer para Stick? ¿Usás o tenés algún método?
— Imagino que es parecido a componer en un piano, ya que las composiciones tienen base y melodía. Aunque por la afinación que uso (dobles quintas en espejo) también podría compararse con una composición para cello y viola, pero con un sonido más cercano al de una guitarra y un bajo eléctrico. No sé si puede definirse como método, pero compongo desde la improvisación. Improviso sin parar hasta que sale algo con cierta lógica y luego le doy voy dando forma. De hecho, el 80% de mi práctica diaria es improvisar.

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— ¿Dictás o dictaste clases?
— De vez en cuando dirijo trabajos grupales con el Círculo de Stickistas de Buenos Aires, grupo que fundé hace unos cuantos años.

— ¿Alguna anécdota que recuerdes y quieras compartir con los lectores?
— Suelo recordar ésta por lo extraña: Una vez me invitaron a tocar en un programa de Georgina Barbarossa, supuestamente iba a tener mis 10 minutos para tocar, pero cuando llegué me avisaron que no sé qué modista famosa vino a hacer su descargo (ni recuerdo de qué la acusaban) por lo que iba a tener que compartir mi tiempo con otros. “Bueno, tendré que tocar sólo un tema”, pensé…. ¡Pero no! Nos metieron a todos juntos delante de cámara al mismo tiempo. El resultado fue: Lito Cruz (visiblemente malhumorado por la situación) contaba sobre su nuevo espectáculo teatral, mientras que a su lado un payamédico hacía ruiditos chistosos con instrumental médico transformado en pitos y cornetas. Atrás de ellos, yo tocaba mis temas. Definitivamente surrealista, en un estilo muy argentino…

— ¿Cuáles son tus planes a futuro?
— El siguiente proyecto en el que estoy trabajando se llama ThailAndino, es una fusión entre la música de oriente y el folclore argentino. De hecho, el CD físico trae como bonus tracks los tres primeros temas que dieron origen a este nuevo proyecto.

— ¿Cómo puede hacer la gente para escucharte y saber más de vos?
— Los invito a visitar mi sitio web: www.diegosouto.com.ar, mi página de Facebook www.facebook.com/soutodiego y mi canal de Youtube: www.youtube.com/parasitodeluz . Ahí van a encontrar de todo: álbumes para descargar, videos en vivo, filmaciones de mi práctica diaria, etc. etc.

— ¿Por último ¿Qué te gustaría decirles a los lectores de nuestra revista?
— Que todos tenemos la semilla del talento dentro de nosotros, lo que no todos tenemos es el coraje para cultivarlo y hacer que dé frutos. Así que… ¡a trabajar, se ha dicho!

Nota: Podés escuchar el tema de San Mivah de Diego Souto en el siguiente link http://www.encontrarte-musical.com.ar/solo-bajo-bs-as/#SanMivah