Gonza Universo: en busca de la canción más preciosa

Gonza Universo es Gonzalo Ilutovich (1987, Buenos Aires, Argentina). Artista sonoro, productor musical y audiovisual, docente, autor, compositor, arreglador e intérprete de sus propias canciones. Narra su historia a través de sus canciones y donde va convoca a su festival itinerante “en busca de la canción más preciosa del Universo”, que le valió el nombre.
Produce sus músicas y la de otros artistas desde su estudio de grabación incubadora de diversos proyectos (bandas de sonido para películas y teatro, instalaciones sonoras, publicidades, videoclips y canciones). Las giras nacionales e internacionales impulsaron su carrera. Su arte lo llevó a recorrer los más variados escenarios como el desierto del Sahara en Argelia, la Biblioteca de Alejandría de Egipto, Túnez, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Francia, Puerto Rico, México, Uruguay, Suiza y España.
Su música es un destilado actual de folklore sudamericano, candombe y tango atravesado por elementos de diversas culturas y la combinación con las nuevas tecnologías digitales.
Es un poeta viajero que le canta a las maravillas de lo cotidiano, un cancionista de todo aquello que lo rodea, su pasión es compartir y crear donde quiera que la música lo lleve.

Hola Gonza ¿Cómo estás? ¿Cómo te afectó la Pandemia este tiempo?
Hola Simón, hola a todos los lectores de la revista Encontrarte. Por acá todo muy bien. La verdad que fueron momentos duros, difíciles, complejos… Pero dentro de las diferentes etapas que comprendieron la pandemia, durante una de las más duras, la del aislamiento obligatorio, pude aprovechar para trabajar de una de una forma muy concentrada en mi música –algo que no muchas veces tengo la oportunidad de hacer–. Como fruto de todo ese trabajo en unos pocos meses, en el 2020 saqué dos discos. Uno que justamente se llamó “Versiones de Cuarentena” con canciones de artistas del cancionero popular latinoamericano, canciones que no fueron escritas en una situación de aislamiento social, de cuarentena, ni pandémico, pero que de alguna manera a mí me remitieron a toda la situación que estábamos viviendo en ese momento. Y después terminé un proyecto que tenía pendiente –entre un montón de proyectos que tengo pendientes todo el tiempo– un disco instrumental de tango electrónico que se llama “Constelación Tango” que consiste en tres piezas musicales instrumentales que combinan dos facetas que me interesan y me gusta mucho combinar, las músicas de raíz folclórica, autóctona con las nuevas tecnologías, la música electrónica y todo lo que tiene que ver con lo digital.

¿Cómo se inició tu camino en la música (y en particular con la guitarra)? ¿En qué momento llega la producción musical?
Mi relación con la música se inicia desde muy chico cuando visitaba a mis abuelos. Mi abuelo  siempre fue un amante de la música,  casi podríamos decir un melómano y él me inició el gusto musical, un amante de la música clásica, de Keith Jarrett, de la música de todo tipo en verdad, pero particularmente de la música de vanguardia, de cualquier época, aquella que tenía que ver con “ideas novedosas”. Justamente ahí en la casa de mis abuelos –que es donde ahora vivo– había una guitarra que mi abuelo mandó a hacer y que había pasado por varios de mis tíos (o sea de sus hijos) pero que nadie la había adoptado como propia… Un día la encontré en un placard y empecé a investigarla (mi abuelo siempre decía que era importante tener instrumentos musicales en la casa aunque uno no los supiera tocar, preparados para la llegada de visitas que sí supieran y así puedan compartirla). Así que un día fui al ropero desenfundé la guitarra y empecé a ver cómo era todo ese asunto. Descubrí muchas cosas, de la guitarra y de mí mismo, ese viaje me fascinó y de ahí en adelante no nos separamos. Descubrí que podía desarrollar un lenguaje propio infinito, con el que podía hacer algo que me fascinaba, combinar palabras y sonidos, hacer canciones.  ya antes había tenido mi acercamiento con la música, estudiando armónica, así fue que empecé… pero con una armónica era mucho más complejo el hacer canciones. Entonces a partir de esa necesidad, de esa búsqueda, de escuchar canciones y fascinarme con las combinaciones de sentidos. A partir de eso fue que tuve este acercamiento con la guitarra como un instrumento que permite armonizar bastante fácilmente una melodía que se te ocurra y después ponerle palabras; o antes poner palabras y después poner melodía.

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¿En qué momento llega la producción musical?  

La producción musical llegó una vez que empecé a componer canciones y me di cuenta de que las canciones grabadas que escuchamos no suenan exactamente como cuando uno las toca en una guitarra o en banda y las canta, sino que hay un mundo ahí detrás. Entonces cuando termine el secundario, empecé a buscar universidades en las que estudiar música y arte pero desde otro lado, en relación a las nuevas tecnologías, así que comencé a estudiar la Licenciatura en Artes Electrónicas en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en donde pasé nueve años inmerso en un universo fascinante de artistas de vanguardia, estudiando las diferentes aristas del arte, herramientas teóricas y técnicas que me sirvieron para entender cómo plasmar de la mejor manera una obra artística.

— ¿Quién o quienes fueron tus profesores? ¿Cómo fue tu formación?  
Bueno y maestros, profesores, hubo un montón (y todavía sigue habiendo). Pero quien me inició en esta pasión que es la música y el tratar de comprender algunas cuestiones que suceden en relación a lo musical fue “el chino” (un maestro de armónica de mi barrio de Zona Oeste, de Ramos Mejía) que fue el que me transmitió las bases de cómo se piensa la música y, para mi lo más importante, una forma de sentirla y de vivirla, hoy en día como docente creo que lo más importantes que puede transmitir un maestro es su pasión. Él fue quien de alguna manera me mostró un diamante y como podía verse el universo a través de ese prisma; me dio las primeras herramientas y despertó mi interés para después seguir mi investigación, mi camino personal.

En paralelo a el último año del secundario comencé el conservatorio de música popular, pero enseguida me di cuenta que ese no era un lugar para mi, nunca me sentí muy atraído por conservar, sino, que descubrí que me motiva hacer cosas nuevas, me apasiona buscar nuevas respuestas y encontrar nuevas preguntas.

Después de recibirme de Bachiller en Economía y Gestión de las Organizaciones decidí que quería meterme en la Universidad y adentrarme en la experiencia académica. Busqué entre las carreras que ofrecían la Universidades públicas y encontré Artes Electrónicas. En ese momento mi anhelo era hacer música, experimentar, de la forma que sea, aprender haciendo, desde siempre mi anhelo estuvo orientado a la creación y la Universidad de Tres de Febrero y la carrera de Artes Electrónicas parecían el escenario perfecto. Ahí encontré una cantidad de artistas y docentes increíbles, con una calidez y cercanía que intento imitar hoy como docente: entre ellos Luciano Borrillo maestro de la composición electroacústica, Jorge Chikiar quien me enseñó un montón de cuestiones en relación a la producción musical, Ernesto Romeo con su locura por los sintetizadores, Raúl Minsburg y todo su trabajo en relación al arte sonoro, Daniel Osorio un ingeniero de grabación con una calidez y entrega, y con un criterio estético súper interesante, María Vanesa Ruffa con quien después tuve oportunidad de formar un grupo de canciones no convencionales llamado Delhoy. También compartí muchos años con Alejandro Iglesias Rossi y formé parte de la Orquesta de instrumentos autóctonos y nuevas tecnologías UNTREF. Con la orquesta hicimos giras dando clases y tocando en los lugares más recónditos y extraños que jamás imaginé. Hace poco salió una película, que recomiendo ver, sobre el recorrido de la orquesta, llamado “Música para un futuro ancestral”. Fue muy lindo y emocionante ir al Goumont y revivir esos momentos mágicos en la pantalla grande.

Por otra parte, creo que los colegas, la gente que camina con uno este sendero, que me ayudan y con los que colaboró en sus proyectos, son grandes Maestros. Mi maestra de canto María José Ortiz, también, se me viene a la cabeza ahora Francisco Huici con quien trabajo actualmente en su proyecto “Aguafuertes” en donde a partir de su bagaje musical, él interpreta desde la composición expresiones latinoamericanas, de raíz, desde un lado muy experimental y lúdico  que me llena de experiencias y entusiasmo.
Creo que mi formación fue básicamente relacionarme con toda esta gente. A través de la Universidad y después de forma particular (con todos los que nombré estoy haciendo algún proyecto o me mantengo en contacto constantemente).

Después de recibirme de Licenciado en Artes Electrónicas, deje pasar unos años de vida académica y decidí retomar. Ahora estoy haciendo un Posgrado en Industrias culturales en la convergencia digital también en UNTREF.

Estoy constantemente formándome y aprendiendo, quiero saber todo, creo que eso no va a cambiar nunca.

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¿A quiénes reconocés como referentes o influencias musicales?

Todas las personas que nombré antes son referentes para mí. Son grandes influencias musicales y grandes influencias en mi vida; y al mismo tiempo eso se traslada a lo musical seguro, segurísimo. Pero desde ya, si me pongo a pensar en artistas que no he tenido la suerte de conocer pienso en Luis Alberto Spinetta, Charly García, soy muy fan de Astor Piazzolla y del Polaco Roberto Goyeneche (para mí esas son las estrellas del firmamento del tango), John Cage, The Beatles, Debussy, Ricky Espinoza, el Pity Álvarez, “El Príncipe” Gustavo Pena, Eduardo Mateo, entre miles; tengo algo particular con los compositores uruguayos, su música me motiva un montón.
Y después creo que todo lo que uno escucha es una influencia y no tiene que ver estrictamente con cuestiones musicales, me gusta escuchar como habla la gente en la calle (cuando uno se va de viaje por ejemplo) cómo las personas tienen diferentes tonos para hablar, diferentes melodías en la voz, los idiomas y sus fonemas; Los ruidos que hay en una ciudad, los sonidos de los autos, los sonidos del campo, los sonidos, digo, todo eso construye nuestra percepción y genera cierta influencia.

¿Porqué el nombre “Gonza Universo”?
“Gonza Universo” nace de un festival itinerante que creé –y que aún sigo llevando a cabo– que se llama “En busca de la canción más preciosa del universo” en donde invito a varios cantautores, creadores de canciones, a mostrar sus trabajos frente al público. El festival nació con el anhelo de generar un espacio para presentar mi música pero después eso se fue expandiendo. Es un espacio para compartir y poder conocer lo que se está haciendo ahora, fresco, recién caído del árbol. El festi lo hacemos varias veces por año y cada vez que hago una gira o voy a algún lugar nuevo, convoco y aprovecho para conocer artistas de diferentes lugares. En general sucede en diferentes espacios culturales de Buenos Aires pero de a poco se fue extendiendo al interior del país (San Juan, Patagonia, Costa Atlántica)
Como mi apellido es un poco difícil la gente me empezó a llamar “¡Eh! ¿Qué hacés? ¡universo, universo!” y nada: ahí quedó “Gonza Universo”.

¿Cómo definirías tu estilo musical? 
Por otro lado esto de “universo” también se traduce a mi estilo musical en el que básicamente trato de no discriminar (risas), incorporar todo lo que está a mi alcance y traducirlo a música.
Entonces tengo en las plataformas digitales mis discos y temas que fui publicando, uno de canciones propias, otro que hice de versiones que se llama “Versiones de Cuarentena”, un instrumental de tango electrónico, y así creo que seguiré, en constante expansión. Mi estilo es variado, pero creo que el factor común para definirlo, sería música POPular en el sentido amplio.

¿Cuál es tu experiencia en la Producción musical y audiovisual? ¿Con qué artistas trabajaste y qué significa para vos, qué buscás lograr en tus trabajos?
Vengo trabajando en esto hace más de diez años hice un recorrido del que estoy orgulloso y muy contento; constantemente estoy aprendiendo, este es un camino dinámico que nunca se termina de recorrer y eso me entusiasma, pensar hasta donde me va a llevar. Trabajo con artistas y, por suerte, con un montón de artistas que para mí –volviendo a las preguntas del principio– son referente. Yo fui el productor del video de Raffo (“El Pollo”) en la cúpula del Centro Cultural Kirchner. Fui quien filmó y grabó los diez años de Caseros Hollywood (una de bandas preferidas del Oeste de Buenos Aires) ¡con unos artistas increíbles!. También quien grabó y produjo el audio del último video de Pipi Piazzolla Trío. Soy el productor y técnico a cargo de la mayoría de los eventos, y las músicas que va sacando Francisco Huici con sus “AguaFuertes”. El otro día hablábamos con un amigo acerca de lo que significa la suerte y siento que soy muy afortunado, que cada uno de estos proyectos me va nutriendo y después de alguna manera eso se traduce en y aparece en mi música. Trabajar con ellos es un privilegio.   

Incluso compusiste música para cine ¿Cómo se dio esta posibilidad? ¿Cuáles son las diferencias con la composición, por ejemplo, de canciones para un disco?
— También compuse, sí, música para cine, para audiovisuales, y esa posibilidad  se dio a través de conocer a Pedro Romero (que es un director joven) y a partir de eso hice música para un cortometraje y después para un largometraje “Los herederos de Aniceto” y “Las bestias”, dos películas muy lindas que fueron para mí así como adentrarme en ese mundo (algo que siempre había soñado pero que nunca había tenido la posibilidad). Y después a partir de eso empecé también a hacer música para audiovisuales de diferentes tipos, ¿no? como videos o pequeñas participaciones en diferentes productos audiovisuales. 
Y en cuanto a la composición de canciones para un disco y a trabajar para algo que tiene una fuerte pata audiovisual: hay bastantes diferencias; Porque uno tiene que estar todo el tiempo usando como “punto de anclaje” de alguna manera: la imagen; Es decir, pienso que de alguna manera uno no puede únicamente fluir con la música y dejar que la música “hable por sí sola” (y que ese material se desarrolle por sí solo) sino que tiene que “entretejer” esa música en relación con esa otra parte del tejido que es lo visual ¿sí? Así que bueno un poco creo que va por ahí.  

En tu experiencia como docente e investigador ¿Qué ves que buscan los alumnos hoy? ¿Cuáles son sus mayores dificultades?
— Bueno, ya hace unos años que soy docente, en un principio en forma particular y trabajando en proyectos que yo mismo creaba: como proyectos de música y luthería para niños en una escuela en Ramos Mejía (de donde yo soy). Después, dando charlas y clases en diferentes instituciones. Y a partir de unos años para acá, desde que me recibí empecé a dar clases en la Universidad Nacional de La Matanza, en la Universidad de Palermo y en la Escuela de Música Contemporánea. Y ahí creo que plasmo un poco toda mi experiencia, trato de transmitir todo lo que aprendí y todo lo que voy aprendiendo en este recorrido artístico. Una de las cosas que más me interesan de las clases es transmitir la pasión que me genera, el entusiasmo de trabajar en proyectos artísticos y musicales. Es muy enriquecedor formar parte de espacios de conocimiento como lo son estas instituciones, conectar con gente joven, en etapa de formación, libres de experiencia y prejuicios. Hoy en día los jóvenes tienen un montón de herramientas, muchos de mis estudiantes están haciendo cosas increíbles y eso me carga de energía y entusiasmo, y me nutre un montón. Mis clases las planteo como un espacio de conocimiento que construimos entre todes, dentro de ese espacio de ninguna manera soy el único que tiene algo para dar.          

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¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
— ¡Mil proyectos! Ahora en breve sale un tema precioso que se llama “Para Ti” de la banda Sanjuanina Naranja Mañana, en el que me encargue de la producción y de cantarla a dúo con Ale FrancavillaEstoy cerrando un disco que me hace mucha ilusión y que lo lleve a cabo con ayuda de un montón de amigues y que nació en la etapa de aislamiento que es un álbum con versiones de canciones de El Príncipe Gustavo Pena. Al mismo tiempo estoy trabajando en mi próximo álbum de canciones propias, con el aporte de Jorge Chikiar como productor. Por otro lado estoy colaborando en el próximo álbum de Aguafuertes de Fran (Huici), “Viajera Continental” que tiene que ver con la historia de la décima espinela acá en Latinoamérica. Y como siempre produciendo y aportando en proyectos de otros artistas amigues como Manu Molina, PARDO, Gabriel Leiva, María Lahite, Laura Albarracín, Fernando Lerman, Maxi Crimi, Violeta Varela, Simón Zarub y Jorge Mancini entre un montón de otros proyectos que van y vienen. Y en cuanto a mi otra faceta relacionada con lo pedagógico, estoy terminando de dar un curso de producción musical y creación sonora con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, la Universidad Nacional de San Juan, la Asociación de Músicas de San Juan y al Ministerio de Cultura y Turismo de San Juan.

¿Cuáles son tus planes a futuro?
Y la verdad que a futuro digo como tengo el lema por ejemplo con Gonza Universo de “estar en busca de la canción más preciosa del universo” y un poco, a veces, ese es mi futuro ¿no? Es esa es la utopía hacia la que camino que –como decía Eduardo Galeano– «me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos»; Y en ese caminar está la vida y está disfrutar y está hacer lo que lo que a uno le guste y lo que a uno lo va llenando: momento a momento; Así que verdaderamente trato –y la verdad que no me sale– planificar demasiado.  Sencillamente me concentro en hacer lo mejor que puedo. En el momento en el que estoy, con las cosas que estoy (que son un montón) y bueno lo mejor que puedo paso a paso, y sobre todo disfrutar de esos encuentros que me da mi trabajo.                      

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— De tus numerosos viajes y lugares visitados… ¿Hay alguna anécdota que recuerdes y quieras compartir con los lectores?
Hilando con la pregunta anterior ¿no? algo que me gustaría hacer así, a futuro, sería ahora –post pandemia– volver a girar y volver a viajar un poco. Por suerte en estos años de trabajo con la música pude visitar un montón de lugares que jamás había pensado que iba a conocer como La biblioteca de Alejandría, la nueva biblioteca, ¿no? en Egipto. Las pirámides. Gracias a tener conciertos ahí, en El Cairo. Túnez, Argelia, Francia… estar en París: conocer los museos (tanta data que hay ahí). Estar en México (también en el DF), visitar el Zócalo, poder dar conciertos, intercambiar con músicos y conocer gente. Estar en El Desierto del Sahara también dar conciertos en Argelia en escenario montado en frente del desierto del Sahara en donde todo el público era gente con turbantes y gente para mí muy, muy extraña, muy rara ¿Qué más? En visitar Sudáfrica, Nueva Zelanda, cada lugar con su particularidad y con lugares muy lejanos en donde la cultura es muy diferente… y eso, para mí, creo que fue un aprendizaje total.
Y alguna anécdota: me quedo con una de los últimos viajes que hice en el 2019 (justo antes de la pandemia) que estuve de gira por España e hice una visita a Suiza y en esa visita toqué en La Mesón que es una casa que podríamos decir es como un centro cultural (al equivalente, acá en Argentina) en donde sobre todo son espacios que sirven de refugio para integrarse social y culturalmente. Y ahí di dos conciertos en Ginebra (Suiza), di dos conciertos a gente que no entendía absolutamente nada de lo que yo estaba diciendo en mis canciones, pero sin embargo tener la sensación (en sus miradas y en la devolución que después me dieron) de qué están entendiendo todo por más que no entiendan las palabras y nada eso es una de las sensaciones más, más lindas que viví con la música (hasta ahora).

— ¿Cómo puede hacer la gente para escucharte y saber más de vos?
— Sí, Bueno, pueden escuchar mi música buscando en cualquiera de las plataformas digitales mi nombre “Gonza Universo” y van a encontrar por ejemplo en Spotify hay dos discos: “Versiones de Cuarentena” y “Constelación Tango”. En YouTube además tengo algunos videoclips muy divertidos que hicimos con amigues, solo tienen que poner “Gonza Universo” y los lleva a toda esa aventura audiovisual en la que algunas veces me toca dirigir, ser editor, camarógrafo y/o actor. Los invito a seguirme porque estoy sacando nuevas músicas y nuevos audiovisuales. También estoy en Instagram

Por último ¿Qué te gustaría decirles a los lectores de nuestra revista?
Para despedirme te quiero agradecer Simón por el espacio. por haber preparado estas lindas preguntas y por ayudarme a rememorar y re vivenciar todo este camino. Y muchísimas gracias por dejarme compartirlo con los lectores de tu revista. Les mando un abrazo grande a todos y todas, y continuaremos en busca de la canción más preciosa del Universo.

¿Conocías la música de Gonza? Queremos conocer tu opinión.

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